26.2.05

escapando del cyber (Pablo Grinjot)

Me devoré el libro en pocas horas. No podía soltarlo.
Cuando tenga menos tranquilidad -esté en la ciudad, sin ganas de huir de ningún cyber- te escribo comentarios inspirados.
* enviado por Pablo Grinjot

25.2.05

el mejor pelador de papas (Gabriel Sosa)

Luego de varias demoras, terminé de leer la novela. Muy buena, me parece un avance radical (lindo término) respecto a La cura, tanto formal como conceptualmente. Además muy bien elegido el título, sin caer en tentaciones obvias (sería muy chongo que después de La cura tu otro libro se llamara La plaga).
Ahora estoy sin máquina (pc, obvio) en casa, lo que me impide hacer comentarios más extensos.
Mientras tanto, te digo que una de las pocas objeciones (cuando no) es que al libro le hizo falta una edición de texto más cuidadosa. En determinado pasaje, el personaje principal pela papas 'una por una'. Sería interesante
conocer qué método se ha descubierto para pelar varias papas a la vez.
* enviado por Gabriel Sosa

24.2.05

atrapada, asfixiada, liberada (Carolina Pallas)

Leí la novela en menos de veinticuatro horas. Pasé por distintos estados de ánimo, aunque siempre 'atrapada'. Me asfixió la descripción de la peste, que no es más que ese Montevideo que existe de vez en cuando. Me preocupó también no saber a dónde vamos a parar con esto de Internet, de qué estamos haciendo-creando-representando los 'jóvenes'. Y, finalmente, me liberó... ese final de novela rosa.
¿María es de nuevo la que decide 'por ustedes', por Nico y Rodi? ¿No hay similitudes con La cura en ese final?
¿Qué les pasó a estos personajes, desde La cura hasta ahora? ¿Qué nos pasó, a todos? Además, hay descripciones -el 'otro mundo' que es el shopping, los que piden pa'l vino, las parejas y los gatos, las mujeres que tienen hijas mujeres, el recital de los Redondos- que aunque me provocaron diferentes sensaciones y pensamientos, están magistralmente presentadas, casi al pasar. Pero a mí, al menos, me dicen mucho.
¡Ah! Me olvidaba... Cuando terminé de leerla, lo primero que dije fue que las dos últimas páginas están de más... el baile en Punta del Este, etcétera. La volveré a releer.
* enviado por Carolina Pallas

22.2.05

dónde está el guante (Gabriela Judeikin)

La novela me gustó, me pareció muy entretenida y la leí rapidísimo. En algunos momentos me venían flashes, como si hubiera cosas que ya hubiera leído antes, o que me recordaban algo (*). También hubo momentos en que me entreveré un poco, y debo confesar -muy a mi pesar- que no termino de estar segura acerca de quién era finalmente el cibernauta del nick numérico (¿o eran varios al mismo tiempo?).
Cuando la terminé, me fui a buscar La cura, para confirmar lo que sospechaba; que hay conexión entre ambas novelas, que tal vez esta no sea una continuación (o sí, y la diferencia entre las editoriales complicó explicitarlo?). Pero teniendo en cuenta que hay una sintonía entre ambas historias, lo que me extrañó un poco es que la relación entre Nicolás y Eva parece muy desconectada de una novela a otra.
Sobre el contenido, no sé, no me siento con la autoridad suficiente como para analizar el tema generacional. Por mi edad, obviamente entro en esa generación, pero sin duda no comparto gran parte de la postura que se refleja a través de los personajes, principalmente el central. Desde lo visceral puedo decirte incluso que hubo momentos en que me paspó un poquito la actitud y la postura del personaje central: esa indecisión constante, el pesimismo, no creer en nada, renegar de cosas que en otro momento le fueron importantes o significativas. En fin...

(*) Lo que no pude encontrar -aún- es sobre el tema del guante. Ahora no recuerdo bien. Creo que el disparador que me hizo pensar en La cura fue algo sobre un guante en esta novela, pero luego no lo pude volver a encontrar. Claro que, antes que nada, lo que ambas tienen en común es la continua referencia a grupos y temas musicales particulares que se constituyen casi en la 'banda sonora' de la novela.

* enviado por Gabriela Judeikin

18.2.05

quiero ese libro (Alicia Garateguy)

¡Quiero leer tu libro! En Montevideo.comm le dieron tanto bombo... y yo que me guío siempre por lo que dice la prensa... Je. Me dijeron que te encantó el libro de Natalia Mardero. ¡Yo te dije, aquel día en que te disfrazaron de Tabaré Vázquez para la nota de Enterarte, que esa chica tenía futuro!
* mensaje de Alicia Garateguy

pablo says (Vane Recagno II)

Pablo leyó tu libro y te quiere regalar un disco suyo.
Te paso parte de nuestra conversación, de hace un rato:
"pablo says: tamos yendo!
vane says: iupiiiii
pablo says: quién es la cantante esa?
vane says: daria?
pablo says: daria es un personaje del libro de tu amigo
vane says: lo leíste?
pablo says: lo leí y me gustó mucho
vane says: le voy a decir
pablo says: sí, decile
pablo says: le quisiera llevar un disco"

* fragmento de conversación entre Vane y Pablo

17.2.05

el viento en la cara (Federica Moreno)

Me lo devoré entre el viernes y el sábado. No tengo ni idea de las críticas que estarás recibiendo, aunque conociendo a ese país taaaaann generoso... Pero a mí me gustó muchísimo. Es una sensación rara, porque la descripción de MVD, como gris, aburrida y todo lo que ya sabemos que es, me resultó extraña de leer desde acá, en Barcelona.
La memoria juega trampas, y a mí, hoy, MVD me parece una ciudad maravillosa. Extraño el viento, que allá lo odio. Extraño las calles vacías, porque acá no hay lugares vacíos, te hartás de ver gente y al final ni salgo de casa. Extraño la chatura. Acá viene todo el mundo, pero tenés que tener mucho dinero para poder ir. En MVD también, pero como no va nadie no importa... Ni hablar de las tormentas, ¡cómo se echan de menos!
Bueno, te felicito, ya era hora de que sacaras otra novela. La cura había prometido. Y aunque en La cura todavía reconocía -o creía reconocer- algunos personajes, o por lo menos su inspiración, para serte sincera, me gustó más esta segunda novela.
* mensaje de Federica Moreno, desde Barcelona Ciudad.

15.2.05

atrapado (Andrés Sanabria II)

Acabo de reintegrarme. En la licencia acabé la novela y la verdad que te felicito, porque me atrapó de principio a fin. Y eso es raro para mí, ya que la mayoría de las veces termino dejando los libros porque me aburren... Pasé directo de El exilio... a Cien años de soledad.
* enviado por Andrés Sanabria

11.2.05

un poco ahogada (Noelia Campo)

Estoy en Córdoba, cubriendo lo del Cosquín Rock. El martes vuelvo a Montevideo y ahí con tranquilidad te escribo de la novela. Te adelanto que me gustó mucho, aunque al principio me hizo sentir un poco rara, como incómoda, ahogada. No sé. Después, me enroscó muchísimo.
* enviado por Noelia Campo desde Córdoba (Argentina).

10.2.05

impresiones no tan sueltas (Ana Ros)

Acabo de cerrar el libro hace unos minutos y capaz que por eso lo que sigue suena a impresiones sueltas... Para empezar, me encantó que retomaras los personajes de La cura, y el acontecimiento que es principal allá pase a ser secundario acá. Ese corrimiento de planos me encantó, porque además me llevó a abrir la otra novela y volver a Rodion, a Eva y a María, que con el tiempo se me habían desdibujado un poco.
No sé porqué, pero me encanta cuando los autores retoman los personajes de una novela en otra novela, y entonces cambian completamente el foco narrativo y tambien la percepción de las cosas. Fresán hace eso también, y me parece genial, porque te crea el sentido de entrar a un mundo autónomo y consistente, que de última es la ilusión que pacta toda buena novela.
Me gustó también la sutileza con la que se mezcla la política, la economía, la visión de la juventud de lo que pasa en el país, con las historias tan individuales de Nicolás y los demás personajes, que en el caso de Nicolás se refleja en cómo -a pesar de estar de espaldas y encerrado- no puede dejar de ser atravesado por todo lo que pasa afuera. Me parece que se pule mucho más el sentimiento de ambigüedad hacia Montevideo que por momentos en La Cura no parecía tan complejo, porque Rodion es un personaje mucho mas frágil que Nicolás; no en la construcción, sino en la personalidad. Rodion tiene mucho menos conocimiento de sí mismo, y además en La Cura todos ellos tendrán ventisiete o por ahí, y acá ya van más por los treintaypico. Tendría que volver a La Cura con mayor detenimiento, porque me da mucha intriga ahora: es como si esta segunda le diera justamente a la primera lo que le faltaba, porque es increible cómo se nota el pasaje del tiempo en los personajes de una a la otra... Todo el tema del cybercafé, de las salas de chat y del juego me pareció muy bueno, es ese toque de poner el mundo real en la literatura que me parece necesario. Es como decir, ¡por fin un autor uruguayo se anima a dar un paso mas allá de Onetti, sin caer en la abstracción de mundos extraños! Porque que más extraño que lo que aparece todos los días por la ventana, ¿no? Por eso, entendí en "la peste" justamente la excusa para mostrar ese proceso invisible en el que entró el país de la noche a la mañana y que se visibilizaba en el cambio de los espacios públicos (plazas, calles arrasadas por la miseria) y en el embrutecimiento de la gente. Me gusta que el Shopping y McDonald's marquen lo atemporal, el capital que promete una influencia idéntica en todos los países latinoamericanos, y que al mismo tiempo ofrecen la seguridad de no haber desaparecido del todo, de ser parte de algo. No sé, me quedan muchas cosas más. Me parece bárbara la novela.

* enviado por Ana Ros

9.2.05

crítica en la república (por Hugo Acevedo)

8.2.05

montevideo agoniza (Leo, latejapride*)

El libro me atrapó desde la primer parte. Me mantuvo cautivo. Me aterrorizó la imagen de Montevideo sin árboles; es terrible, nunca se me hubiera ocurrido, y tal vez sea por eso, por lo terrorífico que es para mí que suceda eso. El personaje de Nicolás me pareció muy bien logrado. No sé por qué, pero creo que el autor puso mucho de él en su personaje. Pintó a Nicolás con los colores de su propia piel.
Otra cosa a destacar es la permanente banda sonora que tiene la historia: los Smiths, los Chemicals Brothers, dan la pauta de que hay mucho ochentas y noventas en el libro. La conciencia de ser miembro de una clase media que huye o cae en desgracia, ese sentimiento de precariedad, y a la vez de separación -el personaje no es todos, ni quiere serlo; la idea de pueblo está bastante alejada de él-, es algo muy decadente, que impregna todo el libro, y que me trae a la cabeza el título de aquel excelente disco Montevideo Agoniza de Los Traidores.
El final está bueno. Cuando uno se iba acostumbranbdo a un libro de frustraciones, de gente que se amolda a lo que sucede, se da cierta vuelta de tuerca, que por lo menos a mí me dibujó una pequeña sonrisa por unos minutos. Si tuviera que criticar algo, creo que sería un personaje que aparece un tiempo, como traída de la nada, y de la misma forma desaparece. Su historia recién se entenderá en la última parte de este libro. Este personaje me parece el menos logrado, y ojo que está bastante bien hecho, pero al lado de personajes tan contradictorios, tan irreverentes, pero a la vez tan sumisos con una realidad terrible, tan profundamente reflexivos y al mismo tiempo tan despreocupados, y por todo esto tan humanos, este es el único que queda fuera.
En resumidas cuentas, un muy buen libro, que despierta muchas cosas; desde la alegría de zafar, hasta el terror de imaginar la casa como una prisión. Una historia que se desarrolla en lugares comunes, pero en lugares comunes donde nada común sucede.
* enviado por Leonidas (mc de latejapride)

7.2.05

voz de una generación (Hugo Achugar)

Leí la novela a comienzos de enero. Me gustó, y además me interesó por algunos temas que ando manejando. Es una novela en la que el autor trabaja una zona de la sociedad uruguaya poco transitada. Logra una especial tensión entre lo "local" y lo "desterritorializado", que coloca a El exilio según Nicolás en plena contemporaneidad. Una novela que da voz a las preocupaciones y angustias de las nuevas generaciones... Mencioné la novela -a modo de ejemplo de una argumentación- en un ensayo que va a salir en un libro que está preparando Gerardo Caetano para Alfaguara.
* enviado por Hugo Achugar, desde Estados Unidos

news de un parapentista (Dani Umpi)

¡Acá el pre-parapentista! Aún no sé ni inflar el parapente, pero aunque el camino es largo lo recorreré. Ya me enteré que volvés a las andadas... ¡Con Dodera! ¡Siempre con lo mejor! ¡No podés parar de triunfar!
Cierto que te debo el comentario de la novela a tu blog... Ya lo dejaré. Será muy positivo.
Estoy acá, en un limbo, junto a Daniel Anselmi, porque yo también me junto con lo mejor. ¡Qué bueno que te haya gustado mi libro! Porque pronto tendrás otro bombazo de felicidad, más grande, de mi procedencia, que para eso uno vino al mundo... Pues resulta que DA es nada más ni nada menos que el productor artístico de mi disco debut... con calidad primer mundo. Espero que sepas apreciar y aprovechar la dimensión de lo que estás leyendo, pues compartimos este secreto contigo y Claudia Fernández, al menos por ahora...
* enviado por Dani Umpi

después de años (Nico Costa)

Mañana estoy volviendo de mis vacaciones, pero no quería dejar de comentarte que después de años lograste que leyera nuevamente un libro. Cuando vuelva voy a pasarle la novela a un par de amigos que por ahí se pueden colgar en escribir algo en el blog.
* enviado desde la costa rochense por Nico Costa (Loopez)

3.2.05

preguntas diablas (Mercedes Espínola)

pregunto: ¿por qué la novela no se mantiene en los códigos virtuales?
... y vayan otras preguntas subsidiarias:
¿qué sentido tiene la peste, si nicolás ya se había exiliado? ¿qué le agrega a nicolás? ¿por qué los asesinatos de oscuro desde el mundo real? ¿por qué el juego vidas cruzadas debe resolverse en cacerías, también en la realidad?
* preguntas enviadas por Mercedes Espínola

autoexilios y vértigos (Mariano Mazzolla II)

Tuve que cortar la lectura de la novela en el medio, y mientras no la leía, trataba de imaginarme el futuro de este particular autoexiliado... El cinismo, la autenticidad y la poca conciencia de cambio que el personaje impone en la novela hace pensar en cada uno de nuestros procesos de duelo y cambio, de libertad y maduración. En nuestros fracasos, en el abandono, en la soledad. En nuestras heridas no cerradas. Cambiar a la fuerza, ganar, perder... Es un viaje ver cómo vas construyendo la historia y en pocas páginas colapsan vertiginosamente ante nuestros ojos sin poder materializar el final y recordando pequeños pero importantísimos detalles estructurados anteriormente: la mezcla de locura y odio, de desconcierto e introspección, la analogía del ajedrez, los dos juegos y sus desenlaces. La precisa definición de las patologías de la soledad y el desenfreno, los celos, la desesperación latente en el abandono.
Es una obra realmente muy interesante. No sé si alguien lo dijo antes, pero las últimas veinte páginas dan vértigo.
* enviado por Mariano Mazzolla

1.2.05

lectura compulsiva (Andrés Sanabria)

Lo empecé ayer y leí casi la mitad.
¡Me re-enganché! Está muy, pero muy interesante. Voy a tratar de terminarlo entre hoy y mañana, así se lo paso a Siby que se va de licencia. No bien lo termine me meto en el blog.

* mensaje enviado por Andrés Sanabria (Bizarro Records)

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