3.1.05

el ciberespacio no tiene patria (Gus Verdesio)

Jefe, le cuento que el 28 me iba para Filadelfia y me dije: me leo la mitad de El exilio según Nicolás en el avión de ida y la otra mitad en el de vuelta. Pues bien, me quedé corto y me tuve que comprar un librito de poemas de Bukowski (Slouching Towards Nirvana, que recoge poemas inéditos), porque me leí la novela en el avión de ida.
Estas son mis impresiones, que aunque no las pediste, me dan ganas de dártelas. Ante todo, como creo que ya te dije con respecto a La cura, se nota nuevamente la garra de narrador. Tenés el talento de llevar al lector, aunque sea a los tumbos, hasta el fin de la narración. Es difícil dejar de leer. Lo otro muy bueno es el clima que creás. Es opresivo, ominoso, y es, sobre todo, creíble. Tiene, además, la virtud de ser profundamente local y, al mismo tiempo, legible o comprensible para lectores extranjeros:

* El ciberespacio tiene y no tiene patria, o al menos es comprensible desde distintas patrias que lo actualizan a su manera.
* La juventud sin esperanzas, con cierto pasado punkie, también es un fenómeno comprensible en todas partes del mundo occidental y cristiano.
* Hay, además, referencias generacionales muy fuertes en lo musical y probablemente en lo referente al relacionamiento humano.
Quiero decir, en otras palabras, que el color local y la universalidad de las situaciones descritas están en un balance óptimo, o casi. El clima es tan convincente que uno se queda dentro de él por un rato, después de terminada la novela. Esto no es algo menor, porque muchas veces uno se queda (estoy seguro que a vos también te pasa), como diciendo ¿para qué leí esta novela? ¿O qué me deja? Y, consecuentemente, uno se olvida de ella y de sus contenidos en cuestión de minutos, para no volver a revisitar ese territorio literario en las tierras de la memoria.
Muy brillante, también, es el epígrafe de Raúl Forlán Lamarque: no es solo un homenaje al amigo que se fue, sino también una clave irónica de lo que va a pasar en el resto de la novela: si algo no es casual es toda la trama. Y si algo es casual es el reencuentro (un poco hollywoodense, por aquello del happy ending) de María y Nicolás.
Ahora, lo que me parece que sigue faltando es tratamiento del lenguaje. La verdad es que no veo que hayas progresado nada en ese rubro desde La cura. Parece haber habido un retroceso o, en el mejor de los casos, un estancamiento. Honestamente creo que que para llegar a otro plano de calidad literaria, necesitarías trabajar más seriamente la forma. Hay mucha cosa fácil, además, en lo referente a la presentacion de personajes: decís mucho sobre lo que están pensando, y cuando no tenés tiempo o te impacientás, le decís al lector, así, de una, cómo es el personaje o qué está sintiendo en ese momento. Esas son cosas que para el público en general funcionan -sino preguntale a cualquier autor de best seller- pero que no deberían ser parte de una literatura con más pretensiones artísticas o estéticas. Insisto en esto porque creo que la novela es mejorable. Otra cosa: en el uso del lenguaje se puede notar una escasa cantidad de vocablos para referirse a ciertos estados de ánimo: usás varias veces el adjetivo "shockeado" y el participio pasado en función de adjetivo "confundido". La lengua castellana tiene muchas vueltitas y es lo suficientemente rica como para que uno pueda dar esa idea de un mood a través de perifrasis, metáforas u otro tipo de imágenes. No sé, me habría gustado mas variación léxica y sintáctica.
En suma, me parece una novela muy legible (en los dos sentidos), como lo demuestra el hecho de que me la leí de una sentada, pero que tiene debilidades estrictamente literarias. Me hace acordar a las novelas de Pérez Reverte, que tiene (por qué negarlo) punch en lo narrativo, pero cuyo dominio de la lengua y de los recursos narrativos es bastante limitado.
Bueno, jefe, espero que esta reseña ni lo irrite ni le parezca mal. Le mando un abrazo grande y felicitaciones por haber culminado otra novela bien narrada.

* mensaje recibido, desde Filadelfia, firmado por Gustavo Verdesio

1 Comments:

Blogger 32800823 said...

Gustavo: de verdad que concuerdo casi en un 90% con lo que decís, aunque explícitamente (y te lo aseguro) algunas veces me siento más que tentado a escribir en esa 'línea facilonga' por el simple hecho de que fue así como encontré mi 'viaje' con la novela... escribí "la cura" utilizando un 'formulismo' corín tellado aplicado a lo underground. esta novela también sigue esa línea, y tal vez haya otra más en ese entido... pero también creo que los personajes no deben ser más inteligentes (ni tampoco su habla) que lo que deben ser.
son divagues, pero también conozco claramente mis debilidades! mis peleas con los adjetivos, con los
verbos, etc... ya gané algunas pero me faltan muchas. por eso es que preferí editarla en bolsillo: porque si el precio es barato y el papel es barato molesta menos el lenguaje 'barato'... aunque es increíble cómo cambian las sensaciones al mejorar o empeorar los formatos y la leerías más 'linda' y 'adornadita' con tapa dura y esos chiches editoriales de lujo. todo esto
también son divagues, pero bueno, tu comentario me parece muy claro y da en el clavo en muchas de las cosas que quiero que "así sean".
y bue... tengo pocas ganas de trabajar con 39º de calor.

6:02 p. m.  

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