6.1.05

lecturas y canciones agradables y pegadizas (Gustavo Verdesio II)

Jefe, ya de vuelta en mi apacible Ann Arbor (Filadelfia, al igual que Montevideo, quedó atrás en cuestión de pocos días), me alegro que haya posteado mi unsolicited review. Así que por eso le mando esta otra misiva, para continuar el diálogo. Es muy interesante que hagas esa opción por lo 'fácil', por lo accesible, que lleva a que algún lector que se confiese más bien ocasional (el de la tercera carta que aparece en el blog, integrante de esa banda -Astroboy- que hace canciones agradables y pegadizas) termine leyéndote.
Creo que además de eso, ayudan la cuestión temática, lo generacional, el buen pulso narrativo, incluso los golpes bajos -la ciudad bajo la plaga, por ejemplo, o el final feliz.
El criterio de que los personajes no suenen más inteligentes de lo que son me parece muy bien. Sin embargo, está claro que Nicolás no es ningún pelotudo y que es, al menos, tan inteligente como Oscuro. Su amistad con él parece tener una fuerte base -sino intelectual, al menos sensible (musica, cine, literatura, y ajedrez compartidos)-, y su victoria ajedrecística lo presenta como alguien que no es del todo bobo. Lástima que la partida con negras fue tablas, ché. Ahora no me acuerdo si esa era una Grünfeld o una India de Rey. Por eso creo que Nicolás tendría que ser un poquito más articulado en sus peroraciones. Pero bueno, usté es el autor y sabe lo que hace. Seguro que así encontrará más simpatía de los lectores.
Si en vez de los Redondos escuchara a Paolo Conte, Keren Ann o a Carla Bruni, como hace el autor hoy, o si transcribiera la variante que jugaron Nico y Rodi en la apertura jugada a jugada, entonces capaz que tu readership habría reaccionado con menos simpatía hacia el personaje central -digo esto porque calculo, aunque no tengo pruebas, que le cae simpático a más de uno. Eso si, las pibas (the love interests, dirían por aca), están descritas de manera medio estereotipada. Y especialmente de María no sabemos un joraca. O bien poco. No sé, a mí me gustan más Eva y la demente prostituida que la chica del final. Eso de que haya amor, y para peor, que triunfe, me resulta un poco romántico de más (en el sentido más popular y menos técnico del término).

* Por ejemplo, en el momento en que está todo resolviéndose de manera apacible, ella le diga a Nico, semi dormida, te amo, Rodi.
* O mejor aún: cuando están en la yapla, en pleno idilio con amanecer puntaesteño y todo, un tipo salido de las tribus urbanas de El hueco la mate de un botellazo en la cabeza y Nico se quede con algunos sesos sangrantes en la mano, mirando al cielo y preguntandose: why???
* Pero puede haber aún un mejor final, en el que Rodi aparece por detrás y les dice: aja, lo sospeché desde un principio. Estás muerto, Nico. Y ahí mismo le descerraja el contenido de una automática. María, en ataque de panico, enloquece y es trasladada a la Colonia Etchepare (si es que todavía existe) o a una clinica privada, cuyo nombre es Vidas Cruzadas.
ueno, mientras escucho 'Sept variations sur Lennie Tristano', de Stephan Oliva y Francois Raulin, me despido por el momento con un fuerte abrazo.

* nueva colaboración de Gustavo Verdesio, ahora desde Ann Arbor.

1 Comments:

Blogger 32800823 said...

Muy bueno lo que escribís, Gustavo. Tendrías que ir de asesor de guiones y best-sellers, tal vez te iría mejor que de académico histórico.
Es adecuado lo que decís y siento que lo peor es que en el futuro intentaré hacerte caso. Pero por lo menos esto se dará en la cuarta o quinta novela... Y si me da el cuero, acordate que lo de las "limitaciones" también tiene que ver con cosas que no tienen solución...
Lo que me preocupa es lo de las chicas... y bue, hasta que no me saque ese inútil amor platónico, más vale que las suprima o las haga cachetear por alguno de los El Hueco. ¡Esa sí que es una banda!

tengo algunas posibilidades pensando para adelante:
1) escribri algo que se llame "La culpa la tuvo Manu Chao". Puede ser una novela más o menos tonta que se vaya convirtiendo en un oscuro manifiesto de choque de culturas y de estupideces con trasfondo de recitales, películas y más tonterías. (Bien para tu gusto).
2) escribir una novela, desde la voz de una niña de 14, ambientada en Montevideo, al estilo de Melissa P. o de Lijima. Claro, con seudónimo, pero bien escondidito.
3) escribir la versión en novela de El Hueco, transfigurándola en una historia teatral, la de una compañía joven que quiere hacer de una banda que se llama El Hueco y después todas las alternativas de lo que pasa quedan estampadas en una novela.
4) escribir algo en serio... bueno, para eso hay tiempo. primero prefiero divertirme.
5) había otra idea girando, que es la de escribir una novela 100% escrita en cibercafé, todos distintos, que se ocupe de una parte de la vida de alguien, y que otro escritor se ocupe de la otra parte de ese mismo personaje... Entre cartas, digamos. Pero cada vez que me meto en un cibercafe, me deprimo.

un abrazo,
mientras escucho QUIERO SER SANTA de paralisis permanente (¿hay algo más jodido en el mundo?)

6:47 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Powered by Blogger


Estadisticas de visitas